En el norte de Holanda se encuentra la ciudad de Groningen que alberga el mayor yacimiento de gas de Europa y el décimo del mundo, considerado por los expertos como uno de los campos principales.

Desde 1963 las empresas Exxon Mobil y Shell operan en el yacimiento a través de una Joint Venture societaria denominada NAM (Nederlandse Aardolie Maatschappij), constituida bajo derecho holandés con participación igualitaria por ambas empresas.

NAM es el principal operador de exploración y producción (E&P) de gas y petróleo en Holanda, con actividad de upstream en alrededor de 300 campos gasíferos de menor volumen en el país, por lo que es considerado un socio estratégico para el desarrollo y seguridad energética de los Países Bajos.

Tras varios años de actividad sísmica en las zonas aledañas al yacimiento como consecuencia de la imparable actividad de extracción, el gobierno holandés y los representantes de los sectores afectados sostuvieron negociaciones con la empresa para hallar soluciones y mitigar los riesgos geotécnicos, así como indemnizar a los habitantes de las poblaciones cercanas. Pese a los acuerdos alcanzados y a los diversos planes de la empresa para minimizar el impacto de su actividad, el Estado determinó que, ante los nuevos movimientos geotécnicos, era necesario reducir gradualmente la actividad del campo gasífero y fijar una fecha límite para el cese completo de operaciones.

En este sentido, el gobierno holandés se reunió con la empresa y anunció en 2018 que el yacimiento operaría hasta el año 2030. No obstante, en septiembre de 2019 el gobierno anunció la decisión unilateral de reducir aceleradamente la producción del yacimiento y adelantar la fecha de cese de operaciones en Groningen al año 2022, bajo el argumento de que la extracción estaría provocando mayores daños a los grupos de afectados.

Ante el pronunciamiento, Exxon Mobil y Shell anunciaron que se encuentran estudiando diferentes escenarios en relación a los flujos económicos que el cese anticipado de la producción causaría a NAM, así como sobre las medidas legales de protección que otorga el derecho internacional de inversiones. En consecuencia, es probable que en los próximos meses el mecanismo del arbitraje de inversiones sea activado en contra del Estado holandés, tras 60 años de actividad del icónico campo de gas de Groningen.

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